Una cuestión de trapos... elegantes. Desde 1974, la Federación de Alta Costura y Moda reúne en París a los más grandes diseñadores franceses y extranjeros. Cuatro veces al año, los amantes de los pliegues y drapeados se congregan al pie de la pasarela, donde desfilan la moda femenina y masculina. París así reaviva la tradición centenaria de los sastres y modistas para damas. Desde Rose Bertin, la modista de María Antonieta, hasta Simon Porte Jacquemus, el diseñador francés en ascenso, la industria de la moda innova o recicla, transgrede o conforta (varias escuelas de estilismo en París forman en los oficios de la moda). Si bien los dos desfiles de alta costura primavera/verano y otoño/invierno (un orgullo francés único en el mundo) atraen a estrellas del cine y de los negocios seleccionadas con esmero, los del "pret-a-porter" atraen a miles de aficionados y otros cronistas de Instagram, que vienen a ver, emocionarse... y mostrarse. Cuidado entonces con los trapos impactantes!
Durante un desfile ©Unsplash/Gbenga Onaleja